Científicos afirman que “los recesos de descanso sirven para recuperar la deuda de sueño que padecen los habitantes de las grandes ciudades”.

Por Continental, el doctor Daniel Pedro Cardinali destacó que “ahora se duerme un 25 por ciento menos que hace cuarenta años”.

“Hemos creado un mundo para el cual no tenemos una fisiología adecuada, ya está afuera del ajuste con el mundo creado”, alertó el investigador del CONICET.

“Ya no depender de la luz natural fue un cambio importante. El cambio más abismal es en los últimos cincuenta años, con una sociedad que no tiene descanso, no se detiene en las veinticuatro horas”, planteó en La Mañana.

“El estudio que hicimos en Buenos Aires mostró que había una insuficiencia de dos horas de sueño por día. La calidad de vida en las ciudades pequeñas es mejor”, recordó.

En este sentido, los demógrafos señalan que, en una población de entre cien mil y trescientos mil habitantes, se puede acceder a todos los beneficios tecnológicos y de servicios de nuestra época, pero sin bajar la propia calidad de vida.

“Los adolescentes agravan la insuficiencia de sueño y eso influye también en el rendimiento escolar”, advirtió Cardinali.