La medida alcanzó al subinspector Mauro Lionel Marczuk, al cabo Alejandro Martín Córdoba y a los sargentos de guardia Marcelo Eduardo Cubero y Luis Reyes Torres, a quienes se responsabilizó por golpear al detenido Eduardo Maximiliano Avila.

Los camaristas Carlos Alberto González y Alberto Seijas confirmaron los procesamientos dictados en primera instancia, por lo que policías quedaron en los umbrales de un juicio oral y público en el que podrían ser condenados a penas que llegan hasta los cinco años de prisión.

En el marco de la causa se investiga lo sucedido entre “las 21.15 del 26 de octubre de 2011 y las 11.44 del día siguiente”, cuando Avila estuvo alojado en la comisaría octava.

Según surge del expediente, "al prestar declaración indagatoria en las actuaciones iniciadas ante el Juzgado de Instrucción 41, (el detenido) denunció los maltratos sufridos por parte del personal policial, motivando ello la extracción de testimonios que diera origen a esta causa”.

De acuerdo a la revisación a que fue sometido, Avila presentaba “excoriaciones en codo izquierdo, región anterior de antebrazo izquierdo, epitasis (sangrado por nariz) y excoriaciones en el mentón, producto de golpe o choque contra objeto, cuya data aproximada era de seis horas”.

Los jueces señalaron que en la madrugada siguiente “se pretendió trasladarlo al Centro de Detención Judicial del Servicio Penitenciario Federal (U.28)" ocasión en la que en la Alcaidía del Palacio de Justicia "fue rechazado porque se encontraba discapacitado por politraumatismos".