La Cámara Laboral condenó a un gerente de una importante papelera a indemnizar con $ 138.000 a su secretaria, a la que sometió a malos tratos de tal magnitud que hasta controlaba la cantidad de papel higiénico que usaba cuando iba al baño.

La trabajadora, que con frecuencia era llamada "loca" o "desequilibrada mental" por su jefe, debió afrontar un cuadro de "reacción vivencial anormal neurótica (RVAN) grado III".

Esa afección le generó una incapacidad del 10% como consecuencia de una "depresión mayor", tratada por un psiquiatra con ansiolíticos, anticonvulsionantes y un antidepresivo.

Testigos que declararon en la causa manifestaron que el jefe "controlaba todo el tiempo a dónde iba, incluso cuando iba al baño, la cantidad de papel higiénico que usaba".

Además, "le revisaba el escritorio cuando no estaba, le gritaba delante de todos los empleados" y "le hacía realizar la misma tarea varias veces, para luego hacer revisar lo hecho por ella a otros empleados a fin de desacreditarla".

La secretaria, de 37 años, quien percibía un sueldo de poco más de $ 4.000, fue despedida sin causa tras un incidente en el que su jefe "le arrancó los cables de la computadora y del teléfono".