El cura Julio César Grassi fue trasladado del penal de la localidad bonaerense de Ituzaingó al de Campana. De esta manera, el cura, condenado por abuso sexual y corrupción de menores, fue trasladado a un penal de mayor seguridad.

El Obispado de Morón le prohibió a Julio César Grassi ejercer el sacerdocio hasta que se resuelva definitivamente la situación del cura condenado por casos de abuso sexual y quien, desde ayer, se encuentra preso en el penal de Ituzaingó. Además, elevó un informe del caso al Vaticano.

Mediante un comunicado difundido hoy, el Obispado sostuvo que sigue "con preocupación" el proceso que terminó ayer en el encarcelamiento de Grassi, pero aclaró que "se desprenden dudas acerca de la culpabilidad", así "como del peligro de fuga” del condenado.

A raíz de eso, el texto añade que “antes de dar una opinión al respecto, decide esperar a que haya una sentencia firme, para dar inicio a los procesos canónicos correspondientes". No obstante, aclara que "conforme a derecho, le aplicó –a Grassi- la medida disciplinaria de la prohibición del ejercicio público del ministerio sacerdotal, hasta tanto se resuelva definitivamente esta situación".