Denuncian que son inhumanas las condiciones en las que viven los activistas de Greenpeace detenidos en Rusia. Por Continental, Mauro Fernández, coordinador de la Campaña Clima y Energía de Greenpeace, aseguró que “no tienen suficiente agua potable ni pueden hablar con sus familiares”.

Además “son vigilados con cámaras de video y sufren de frío. Al no saber el idioma local no pueden llenar formularios y esto les impide acceder a dinero de sus cuentas bancarias y hablar por teléfono con sus allegados”, enumeró en Magdalena Tempranísimo. “Nadie recibe cuidados médicos adecuados. Algunos están detenidos en Apatity, a unos 190 km de Murmansk, y son transportados a las audiencias a esta ciudad en furgones sin calefacción”, añadió Fernández.

Por otra parte, confirmó que esta semana se realizarán las audiencias de apelación contra las detenciones de los activistas. Entre los 30 apresados por escalar una plataforma petrolera de Gazprom en el Círculo Polar Ártico se encuentran los argentinos Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi.

Rusia es un país muy celoso de su jurisdicción sobre amplias zonas del Ártico, donde prevé explotar una inmensa riqueza hidrocarburífera del mismo modo que lo ha hecho Estados Unidos durante la presidencia de Obama en busca de yacimientos no convencionales. Greenpeace se opone a la intención rusa.