La Justicia rusa comienza a definir el lunes la situación de los activistas argentinos de Greenpeace detenidos desde mediados de setiembre por abordar una plataforma de la petrolera Gazprom. Los investigadores judiciales de la Federación Rusa afirman que había drogas en el barco Arctic Sunrise, de Greenpeace, así como “equipamiento sospechoso”, y amenaza con endurecer las penas.

La ONG asegura que les “plantaron” los estupefacientes. “El barco se encuentra desde hace mucho tiempo sin tripulación... y bajo control de gente desconocida”, dijo. “No quiero acusar a nadie pero allí se podría encontrar cualquier cosa”, agregó Gosetti.

“El barco fue registrado por primera vez por oficiales rusos hace semanas, recorrieron todos los rincones; por lo tanto, asumimos que este anuncio está armado para desviar la atención de la creciente indignación mundial sobre el encarcelamiento de los detenidos”, objetaron los voceros de la ONG estadounidense. Los 30 activistas detenidos están en prisión preventiva hasta el 24 de noviembre, y la Justicia rusa ya rechazó recursos para su excarcelación.

“Durante la inspección del barco, se encontraron sustancias narcóticas (presuntamente opiáceas y morfina). Se estudia el origen de estas sustancias y qué uso se les daba”, había señalado Vladímir Markin, vocero del Comité de Instrucción de Rusia. Además, agregó que también se encontraron equipamientos tecnológicos sospechosos que, para él, tenían un “doble propósito” y podrían haber sido utilizados “no sólo para fines ecológicos”.

Por Continental, la coordinadora de Prensa de la organización ambientalista, Sol Gosetti, reconoció que la situación de Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi es “complicada. El lunes es el turno (para declarar) de Camila Speziale. El panorama es bastante negro, creemos que ella va a tener el mismo resultado que el resto de sus compañeros", deploró la activista.