Alberto Fernández aseguró que “siempre” confió en “la buena función” del procesado ex superintendente de Servicios de Salud del kirchnerismo Héctor Capaccioli, aunque aclaró que “de las cosas que hizo Héctor Capaccioli tiene que responder Héctor Capaccioli”.

Por Continental, el ex jefe de Gabinete enfatizó que “nunca” le reprochó “desvíos éticos” porque “no se los he conocido.

“Lo que he visto es un reproche para el manejo de la caja chica. Dicen que ha excedido las facultades que tenía como superintendente. Aparentemente, también la compra de cosas que no se corresponden con el destino que se debe dar a los fondos de una caja chica”, resumió sobre lo publicado en los medios.

“Hay una imputación por la caja chica que fue la distribución de un subsidio de sindicato y que ésa es la suma de la que habla Graciela (Ocaña, ex ministra de Salud kirchnerista). El delito ahí es abuso de autoridad”, precisó en La Mañana.

En síntesis, añadió, “todos los que pasamos por la función pública, en algún momento, cuando se nos piden explicaciones, tenemos que saber darlas”.

No obstante, añadió, Capaccioli “nunca tuvo una función formal en la campaña de Cristina. Había un equipo dedicado” a manejar los fondos en ese momento, y aseguró no saber por qué el juez lo acusa de lavar dinero.

“Yo no lo sé. De lo que intervine puedo rendir cuentas, pero de esto no tengo idea. No conozco más que lo que dicen los diarios”, afirmó, aunque llamó la atención sobre el hecho de que “ninguna de las otras obras sociales haya hecho algún cuestionamiento”.

En otro orden, consideró que “Cristina sin dudas lidera esta etapa del proceso que se inició con Néstor Kirchner. Yo sé que ella tiene la vocación de servir al proyecto. A veces, cuando digo 'puede ser que no quiera', lo digo desde un lugar humano, porque todos hemos sentido la muerte de Néstor, pero nadie lo ha sentido como ella. En seguida, cuando digo esto, los cancilleres dicen que no quiero que Cristina sea candidata. Pero claro que quiero. Lo que digo es que hay que respetar lo humano”, matizó.

“A mí lo que más me preocupa es que el proyecto no continúe. Si Cristina no puede, se terminó el proyecto, porque no hay nadie que lo reemplace, no hay ningún candidato, entonces creo que en ese caso hay que pensar una alternativa”, argumentó.

“Una de las cosas que peor me pone es no poder generar debates dentro de este proyecto”, pero “no creo que este proyecto se termine”, aunque exhortó a “pensar alternativas”.

Por otra parte, el ex líder del PJ porteño se pronunció “por (Carlos) Tomada o por (Daniel) Filmus” para gobernar la ciudad de Buenos Aires. “No dudo de que (Amado) Boudou es un ministro muy servicial. Pero me parece que no expresa nada de lo que nosotros quisimos expresar (en el kirchnerismo). Por lo pronto, esa frivolización de la Justicia que tan mal nos hizo a la Argentina”, arguyó.

Para Alberto Fernández, el “gran enemigo del Gobierno en las elecciones” se da con “la irrupción de Macri. Me parece que es realmente muy buena, porque sincera el escenario político. Se van definiendo mejor los límites del escenario político”.

Pero, de todos modos, remarcó, “el gran enemigo de este proyecto es el pasado, que se asocia a veces a Macri, a veces a otras fuerzas”, como “de Narváez”.

En este sentido, y como partidario del Gobierno de Cristina Fernández, resaltó que “lo central para quien gobierna es no cometer errores”.

“Yo creo que hay una intencionalidad clara cuando se publican presuntos casos de corrupción. Lo único que hay en el Departamento de Estado norteamericano sobre la Argentina en los cables de Wikileaks acerca de la Argentina son chismes. Es muy raro”, destacó.

“Hay una clara intencionalidad política cuando se exhiben esas cosas. Parece ser que todo se refiriera a la Argentina”, pero “no se publica nada nuevo ni sustancial, y se van publicando esos chismes secuencialmente. Yo dudo de que estén siendo presentados de un modo transparente”, concluyó Fernández.