"El Señor me pide (...) que me dedique aún más a la oración y la meditación, pero esto no significa que abandone la Iglesia", dijo el pontífice Joseph Ratzinger, de 85 años de edad, según consigna la agencia DPA.

"Por el contrario, si el Señor me pide esto, es para que yo pueda seguir sirviendo con la misma dedicación y el mismo amor que he tenido hasta ahora pero de una manera más adecuada para mi edad y mi fuerza", afirmó el papa en medio del júbilo de decenas de miles de creyentes.

Benedicto XVI pronunció el rezo del Ángelus desde la ventana de su cuarto de trabajo.

Ya varias horas antes, los primeros fieles católicos estaban esperando con pancartas en la plaza, donde el rezo fue proyectado en cuatro pantallas gigantes.

"Os doy las gracias a vosotros todos por las muestras de cercanía y afecto, y sobre todo por la oración", dijo el papa saliente.