Al menos siete personas murieron y una permanece desaparecida tras chocar una embarcación de la Guardia Costera griega con un bote de madera en el que viajaban 39 refugiados y migrantes, que navegaba desde Turquía hacia la isla griega de Lesbos.

La guardia costera informó de que encontró los cuerpos sin vida de un hombre, dos mujeres y cuatro niños, uno de ellos un bebé. Las autoridades marítimas todavía buscan a una última persona de este naufragio, de la que desconocen su identidad.

Por el momento, la Guardia Costera ha rescatado a 31 personas y ha lanzado una amplia operación en la que participan embarcaciones de la agencia de la Unión Europea Frontex. Según las primeras investigaciones, el accidente se ha producido por el fuerte oleaje y los vientos que reinaban en la zona.