El escenario de la semifinal ante los Estados Unidos se jugará en un estadio imponente, con capacidad para más de 72 mil personas, propiedad de la empresa de energía NRG.

El estadio cuenta con un techo retráctil que esta noche se cerrará para la disputa del partido ante las agobiantes temperaturas propias del comienzo del verano en Norteamérica. 

Fue sede en 2004 del Super Bowl XXXVIII y volverá a serlo en 2017. En septiembre de 2008, en tanto, el NRG Stadium fue seriamente dañado por el paso del huracán Ike que, entre otras cosas, provocó la destrucción de casi el 50% del techo y una gran cantidad de escombros cayeron dentro del campo de juego.