La Cámara baja convirtió en ley el proyecto que crea el Registro Nacional de Datos Genéticos vinculados a delitos contra la integridad sexual. Tras tres horas de debate, en las que se acotaron los discursos como consecuencia del acuerdo previo entre las diferentes bancadas, se dio aval al proyecto enviado hace diez meses por el Senado.

El único voto en contra fue el de la ex ARI, Marcela Rodríguez, quien sostuvo que la iniciativa “contradice las reformas feministas de los setenta, uno de los pocos avances de violencia sexual contra las mujeres” y que el proyecto “no comprende quiénes son los violadores, quiénes son las violadas y por qué se comenten las violaciones”.

El texto se propone facilitar el esclarecimiento de los hechos que sean objeto de una investigación judicial en materia penal vinculada a delitos contra la integridad sexual. El registro almacenará y sistematizará la información genética asociada a una muestra o evidencia biológica que hubiere sido obtenida durante una investigación criminal y de toda persona condenada con sentencia firme por los delitos contra la integridad sexual.

Además, la norma establece que los exámenes genéticos se practicarán en los laboratorios acreditados por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación. Asimismo, el proyecto explica que el juez o tribunal ordenará de oficio los exámenes tendientes a lograr la identificación genética del condenado y su inscripción en el Registro.

Las constancias obrantes en el Registro serán consideradas datos sensibles y de carácter reservadas y se conservarán de un modo inviolable e inalterable los archivos de información genéticas.

La sesión fue seguida desde las galerías del recinto por representantes de organizaciones no gubernamentales de familiares de víctimas de delitos sexuales, como María Victoria Gil, madre de Soledad Bargna, asesinada el 22 de mayo de 2009 en su departamento de Caballito por alguien que intentó violarla. Por Continental, celebró la sanción de la norma y se esperanzó en que sirvan para atrapar en el futuro a culpables de violación en casos difíciles.

"Si bien no es todo lo que queríamos, es una de las cosas que deseábamos que se concretara después de la muerte de Soledad. A nosotros nos hubiese gustado que el registro fuese público, pero esto no fue posible por ahora, y entonces sí lo que logramos es que sea una herramienta judicial", resumió en Magdalena Tempranísimo.