El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, enfatizó que “tenemos un escenario de absoluta previsibilidad respecto de la cosecha de trigo”.

Por Continental, reseñó que hay "doce millones ochocientas mil toneladas de trigo declarado en la Argentina. El mercado interno consume seis millones quinientas mil toneladas, de las cuales tres millones novecientas mil ya se han vendido y quedan dos millones seiscientas mil que se consumen a razón de quinientas mil toneladas mensuales. Habíamos abierto tres millones como anticipo en junio del año pasado, un millón en diciembre, dos millones en enero y un millón de trigo bajas calorías que hacen un total de siete millones, más doscientas mil toneladas en junio, doscientas mil en julio y ahora cuatrocientas cincuenta mil toneladas. En total, se abrieron siete millones novecientas cincuenta mil toneladas de un saldo exportable que debería ser ocho millones seiscientos. Si uno ve que el año pasado el remanente de la cosecha anterior en diciembre fue de un millón doscientas mil toneladas, hoy, en julio, estamos con un remanente de seiscientas mil toneladas: hemos autorizado más toneladas de las que incluso tenemos registradas", graficó.

En La Mañana, subrayó que "estos datos son importantes, porque muchas veces se habla sobre estados de ánimo y no sobre datos concretos. Nosotros nos hemos pronunciado muchas veces contra la cartelización de las exportadoras que obligan a los productores a malvender. Recordemos que, sabiendo esto, el Gobierno le puso al Banco Nación a tasa cero (la primera vez en la historia del crédito público y privado en la Argentina) solamente contra garantía granaria que los productores que no quisieran vender pudieran tomar ese crédito”.

Domínguez enfatizó que, “en diciembre, de esta cosecha no va a quedar ni un solo kilo de trigo y tenemos una proyección e intención de cosecha superior a los quince millones, por lo cual tenemos un escenario de absoluta previsibilidad”.