Para las autoridades de la facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires es un “gravísimo atentado” el que sufrió la sede de la calle Paraguay al 2.100 en enero pasado y tuvo como objetivo “afectar políticamente” a la conducción universitaria.

El decano de esa facultad, Alfredo Buzzi, aseguró que se sienten “sorprendido” por lo ocurrido. “El atentado fue hecho por un grupo comando, de cinco o seis personas, que inmovilizaron al sereno, bajo amenaza de arma de fuego, y se dedicaron especialmente a destruir, dañar y llevarse elementos de algunas dependencias. Robaron seis computadoras y destruyeron otras tres”, recordó el docente. Antes de darse a la fuga, los malvivientes generaron un principio de incendio.

La investigación está a cargo del juez federal Norberto Oyarbide y “aún no hay novedades”.