Militantes de organizaciones políticas y sociales marcharon en la localidad bonaerense de José León Suárez para repudiar las muertes de dos adolescentes, ocurridas durante una represión policial ejercida contra habitantes de un asentamiento el jueves pasado.

Los manifestantes se concentraron en el cruce de la Avenida Márquez y Echagüe, y marcharon hacia el sitio en el que cayeron muertos Franco Almirón y Mauricio Ramos, de 16 y 17 años, en la villa La Cárcova.

En el lugar, los vecinos levantaron un monolito con los nombres de las víctimas y exigieron el esclarecimiento del hecho.

En ese marco, este martes declaró el tercer joven que fue herido por disparos tras el descarrilamiento de un tren en un intento de saqueo de la formación. Joaquín Romero, de 19 años, dijo que recibió tiros de los policías y que un grupo de vecinos de la villa lindera también arremetió con balas contra los efectivos.

En tanto, dieciséis agentes que se desempeñaban en la comisaría cuarta de José León Suárez fueron citados esta semana a declarar ante la Justicia por las muertes de Franco y Mauricio.

Deberán presentarse ante el fiscal de San Martín Marcelo Sendot. Todos fueron desplazados de la fuerza en forma preventiva de la seccional por el Ministerio de Justicia y Seguridad provincial, que comanda Ricardo Casal.

“Acá lo que hay que pedir es la renuncia de Casal que es el responsable político del accionar de la policía y exigir a (Daniel) Scioli que de marcha atrás con la política de mano dura que no le brinda seguridad a nadie y que nos deja un montón de muertos”, remarcó la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja, Victoria Donda.

La diputada por Libres del Sur desestimó el apartamiento de los agentes que hizo el gobierno provincial y dijo que “el problema es (no) tener una política policial en serio, descentralizada, con la intervención de civiles para evitar la corrupción”.

“Con una dirección política que tiene esta institución no sirve para nada o, al menos, no para dar seguridad”, advirtió.

Donda recordó que en la toma del Parque Indoamericano “las balas que provocaron tres muertos fueron de la policía”.

Un descarrilamiento premeditado. “Las vías que se usan están en muy mal estado; es un milagro que aún no se halla descarrilado. Hay que traer peritos pero tampoco es necesario ser muy inteligente para darse cuenta de esto”, señaló.