La CGT mayoritaria definió que Antonio Caló sea su único secretario general.

Se trata de una postura resistida hasta último momento por los grandes gremios, los estatales y la UOCRA. Este sector impulsaba la conducción tripartita, que el metalúrgico no aceptó.

En tanto, Antonio Caló asume este martes su tercer mandato al frente de la Unión Obrera Metalúrgica y mañana lo hará en la CGT oficialista.

Si bien no hay que descartar ningún giro o cambio a último momento, la CGT cercana a la Casa Rosada se encaminaría a encumbrar a Antonio Caló como único conductor de la central que pondrán en marcha a partir de mañana miércoles, en el congreso normalizador que se realizará en el estadio Obras Sanitarias del barrio de Nuñez.

Ayer, los ex aliados de Hugo Moyano, en su mayoría de gremios del transporte y agrupados en el MASA (Movimiento de Acción Sindical Argentino), se reunieron en la sede de la Unión Ferroviaria para ratificar su postura a favor de que sea Caló el único secretario general.

Por su parte, los dirigentes de los "Gordos" (grandes gremios como Comercio, Sanidad y Luz y Fuerza) también mantuvieron un encuentro reservado para tratar de llegar a un acuerdo con el MASA y los "independientes" cuando restan menos de 48 horas para la creación de la nueva CGT.

Tras la reunión, un integrante de los "Gordos" señaló que estarían dispuestos a cambiar de posición y aceptar un solo secretario general, lo que allanaría el camino de Caló.

Por su parte, un sindicalista del MASA se permitió ir más allá, al dar casi por hecho lo de Caló y señalar que en la reunión de este martes las diferentes facciones deberán acordar quién será el secretario adjunto de la CGT (número dos) y completar el resto de los cargos dentro del Consejo Directivo.

Al respecto, precisó que aquellos dirigentes que ya contaban con un sillón en el CD anterior que lideraba Hugo Moyano, mantendrán sus cargos en ese organismo. Entre ellos figuran Omar Viviani, Roberto Fernández, Omar Maturano, Norberto Di Próspero, Horacio Ghilini y Jorge Lobais.

Este miércoles, del congreso normalizador participarán 1290 delegados de los sindicatos que dejarán conformada la nueva CGT cercana a la Casa Rosada. Con esta nueva central, el mapa gremial quedará configurado por tres CGT y otras dos centrales sindicales, marcando una división en el seno del movimiento obrero varias veces vista.