“La paradoja de las vacaciones es no es tener la obligación de ser felices. Ser feliz es un resultado, no un objetivo en sí mismo”, remarcó el psicoterapeuta, coordinador de Talleres de Salud Mental del Hospital Pirovano, Miguel Espeche.

 

“Somos habitantes de una cultura del consumo, nos empaquetan fácilmente y nos venden paquetes. La felicidad no es algo que se compra un día viernes y lo tenemos asegurado…”, reflexionó el profesional.