Los primeros indicios de las investigaciones apuntan a que la víctima, identificada como Francisco Salvatore, fue asesinada a golpes y luego, el o los criminales, intentaron quemar su cuerpo para ocultar los posibles rastros que habían dejado.

El hallazgo tuvo lugar cerca de las 20:20 de la noche del viernes en un descampado situado en la insersección de las calles 147 y 256, cuando un vecino advirtió que salia humo de un Fiat Duna de color blanco estacionado en el lugar.

Junto con un guardia de seguridad llamaron al 911 y comenzaron a apagar las llamas que seguían prendidas.

Los policías que arribaron al lugar se dieron cuenta de que en el interior del auto se encontraba el cuerpo semicalcinado de un hombre envuelto en un colchón.

El cadáver tenía las manos y los pies atados con alambre, y también era evidente un golpe en la cabeza, que había generado el hundimiento del cráneo.

Las primeras pericias indicaron que el cuerpo fue rociado con nafta y prendido fuego, con la probable intención de borrar las huellas que pudieran llegar a permitir encontrar a los autores del crimen.

Luego de una breve investigación, los encargados de la causa ordenaron detener a la mujer que figura como dueña del Fiat, quien también fue pareja de Salvatore (tienen un hijo juntos). Además, fue demorado el medio hermano de la señora.

Según fuentes ligadas a la investigación, la hipótesis más probable sostiene que en la misma noche del crimen, el hombre acudió a la casa para entregarle parte del dinero de la recaudación a la mujer, y se inició, por causas a determinar, una fuerte discusión.

Aparentemente, durantela pelea, el medio hermano de la mujer golpeó a Salvatore con un caño en la cabeza.

Los medio hermanos intentaron ocultar el crimen y llevaron al remisero al lugar en el que fue encontrado.

El fiscal interviniente, Marcelo Martini, decidió la detención de los presuntos responsables del asesinato, mientras dispuso un allanamiento en el lugar del crimen para recolectar nuevas evidencias.