Un joven chino vive prácticamente todas las horas de su vida dentro de un cyber café de la ciudad de Changchun. Solo sale del local para darse una ducha y comprarse comida rápida. Inmediatamente después vuelve a su refugio y se queda enfrente de un monitor el resto del día.

La historia de Li Meng fue reproducida por el diario chino Beijing Times. Su caso provocó la preocupación de una universidad vecina, que pidieron la ayuda de los medios de comunicación. Sin embargo, el joven rechazó la ayuda de todas las personas que se le acercaron. Incluso se negó a visitar a un psicólogo.

Li Meng continúa viviendo ahí y no parece que nada lo pueda hacer cambiar de idea. El dueño del cyber café asegura que el joven incluso vive en el local. Ni siquiera sale para celebrar ocasiones especiales, como el cumpleaños de un familiar o Año Nuevo.

El joven se gana la vida jugando juegos online y su único gasto es lo que sale el alquiler de la computadora en la que realiza su trabajo.