En Colonia San Miguel, el pueblo más cercano al campo donde Guido Montoya Carlotto se crió como Ignacio Hurban, el rumor se escuchaba sin eufemismos desde las primeras horas de ayer. Francisco Aguilar, propietario del establecimiento rural donde Clemente y Juana Hurban viven y ejercían como caseros, podría haber sido el intermediarioque entregó al hijo de Laura Carlotto al matrimonio. La muerte del estanciero, en marzo pasado, no disipa las versiones y por el contrario las multiplica. La repetían, entre otros, funcionarios, vecinos, y activistas de Derechos Humanos de Olavarría.

La viuda del ganadero, Susana Clara Mozotegui, se desentendió de los rumores.

“¡No sé nada de eso y mi marido no está!”, gritó al escuchar por teléfono la consulta de Clarín.

Por su parte, Alan Iud, abogado de Abuelas confirmó que un ganadero de Olavarria fue quien entregó a Ignacio a una familia de campesinos