Se trata de un trabajo de la Universidad de Queensland, Australia, que asegura que a los 3 años de haber concretado un compromiso estable, las mujeres engordan 10 kilos, promedio, y los hombres alrededor de 7.

El mismo sostiene que, a los 3 años de haber concretado un compromiso estable, las mujeres engordan 10 kilos en promedio y los hombres, por su parte, suman unos 7,5 kilos en promedio en las mismas circunstancias.

Una de las creencias populares más arraigadas, finalmente se comprobó: las personas que se casan, engordan.

Así lo comprobaron científicos de la Universidad de Queensland, Australia.

Una de las razones por las que esto sucede, según este estudio, es que cuando se concreta la estabilidad amorosa y se alcanza satisfacción en el frente sentimental, desaparece el apuro por la conquista, llega la relajación y esto puede llevar a descuidar un poco la alimentación y la actividad física, además de los cambios de hábitos.

"La tendencia a aumentar de peso -explicó el médico local Daniel Klotzman, especialista en nutrición y estética- no se observa tanto en el noviazgo, sino en la convivencia. En el periodo en que cada uno sigue desarrollando su vida personal y sólo comparten periodos en la semana, los hábitos alimenticios y de actividad física no se modifican sustancialmente. Pero cuando se pasa a la convivencia, las salidas personales con amigos y los deportes se van espaciando y se comparten las comidas, las sobremesas, los "gustitos" placenteros de cada uno de los miembros de la pareja, que se suman. Esto da lugar en general a un aumento de peso que oscila entre los 6 y los 10 kilos promedio en los 3 primeros años de la convivencia".

Para los especialistas también hay formas de evitar que el amor engorde. "Cuando sucedió el aumento de peso -señala el doctor Klotzman- solo queda solucionarlo, y ahí la pareja también puede ser una aliada, ya que hacer dieta en pareja es mucho más efectivo que hacerla solo".

"Muchos pacientes han venido a bajar de peso en forma individual y luego con su pareja, y en estos últimos casos el descenso de ambos ha sido un 30 a 50 % mayor que cuando lo hacían individualmente", destacó el médico.

"Y esto se debe -agregó- a que ambos potencian las conductas positivas, como la alimentación más adecuada y el ejercicio físico, y al compartirlo y apoyarse mutuamente, el resultado se nota en la balanza".