Ezequiel tiene 31 años y hace una semana perdió a su mujer, Sabrina, de 29, en el choque del tren de Once donde murieron 51 personas.

Se casaron hace seis años; Sabrina ya tenía un hijo de cuatro, de un matrimonio anterior.

“Siempre viajé en el Roca, había demoras y demás pero nunca era como el Sarmiento. Ahí es como otra cultura, la gente está muy agresiva: rompen los trenes, no hay seguridad de ningún tipo. Es un problema social y político”, enfatizó Ezequiel en los estudios de Radio Continental.

“La culpa es de todos. Porque si el maquinista para el tren, lo linchan y después se queda sin trabajo”, subrayó.

Ezequiel explicó que el día de la tragedia “yo también tenía que viajar en ese tren, pero cambié el horario en el trabajo”.

“El furgón –donde viajan las bicicletas- es tierra de nadie. Fuman y toman todo tipo de cosas, se drogan a la vista de todos y con chicos alrededor”, señaló.

El hombre hizo hincapié en la necesidad de que la gente “tome conciencia del valor de la vida”.

Ezequiel es técnico radiólogo y hasta el miércoles y denunció que después de ese día nadie lo volvió a llamar. “No nos dan una contención de ningún tipo. Me llamaron del Ministerio de Salud y acepté la ayuda psicológica que me ofrecieron pero luego no se volvieron a contactar”, dijo.

“Quiero que me reciba la presidenta, a la que yo voté las dos veces y también a su esposo. Me parecía que eran más transparentes, que iba a haber cambios. Pero hoy sólo escucho discursos”, enfatizó.

Este viernes, familiares y amigos de las víctimas se concentrarán en el Obelisco para marchar hacia la Casa Rosada en reclamo de justicia. “Hasta ahora nadie me explicó por qué murió Sabrina. Quiero saber, aunque sea doloroso. El accidente podría haberse evitado”, dijo Ezequiel, quien admitió que salió a la búsqueda de su mujer porque nadie le avisó nada.

“No creo que la muerte de Sabrina haya cambiado algo”, lamentó.