Un cartonero encontró unas trescientas partituras originales en un container en la vereda del Teatro Colón y se las llevaba para venderlas como papel.

Los cuadernillos son partituras de coro y orquesta de emblemáticas óperas y en la mayoría se leía impreso en la portada “Archivo Teatro Colón”.

“El chico estaba cargando todos estos documentos como papel. Pedimos la intervención de la Policía y llevamos (los textos) a un escribano. Por suerte, lo pudimos rescatar y llevarlo a la Justicia, por la afectación al patrimonio cultural de la Ciudad de Buenos Aires”, relató por Continental el abogado de los trabajadores del coliseo porteño.

Para Sebastián Alanís, “el desprecio que tienen hacia los artistas (en el actual Gobierno porteño) lo demuestran constantemente”.

“Son casi mil partituras que pertenecen a las obras El Murciélago y el Barbero de Sevilla”, entre otras, añadió en Magdalena Tempranísimo.