En el Gran Buenos Aires se instalaron noventa nuevas villas en los últimos cinco años, según un relevamiento de la ONG Un Techo Para Mi País realizado en colaboración con la Universidad de Buenos Aires.

Más de medio millón de familias, muchas extranjeras, viven en los ochocientos sesenta y cuatro asentamientos del Conurbano. La Matanza es el partido donde hay más villas; lo siguen Quilmes y Moreno. El 83 por ciento de esos barrios no cuenta con acceso a la red de gas, y el 21 por ciento se ubica sobre o cerca de un basural. El fenómeno engloba a más de cuatro millones de personas

Por Continental, el economista Bernardo Kosacoff, miembro de la Comisión Económica Para América Latina y asesor en el informe, explicó que “el crecimiento de las villas se debe, entre otros, al caudal de migrantes internos y al alto nivel de la natalidad en los sectores marginales”.

En Magdalena Tempranísimo, desglosó que “en las villas se presenta un alto nivel de trabajo informal y desempleo. El Estado debería asegurar un empleo y un lugar donde vivir, para dar más oportunidades”, planteó Kosacoff.