A los setenta y nueve años, murió Elizabeth Taylor.

La legendaria diva tuvo una trayectoria importante como actriz en medio centenar de películas, como “¿Quién le teme a Virginia Woolf?” y “Cleopatra”, y ganó dos Oscar.

Sin embargo, ocupó permanentemente los titulares periodísticos por sus amoríos y su alto nivel de exposición pública, con ocho matrimonios, uno de ellos con Richard Burton, con quien se casó dos veces, y sus problemas con el alcohol y las drogas.

En los últimos años, acarreó diversos problemas de salud, en medio de los cuales encabezó campañas de lucha contra el sida.

Ganó dos estatuillas de la Academia hollywoodense por “Butterfield 8” (Una mujer marcada, 1960) y “¿Quién teme a Virginia Woolf?” (1966).

En 2004, se le diagnosticó una insuficiencia cardíaca congestiva, una patología que impide al corazón bombear suficiente sangre oxigenada para satisfacer las necesidades de los demás órganos del cuerpo, lo que genera una sensación extraordinaria de fatiga.

Esta dolencia impuso su internación a mediados de febrero en el Hospital Cedars Sinai de Los Ángeles y le causó la muerte, rodeada de sus hijos Michael Wilding, Christopher Wilding, Liza Todd, y Maria Burton.