En la plétora de proyectos de ley tratados esta semana en Diputados, la Cámara baja le dio media sanción a un proyecto para endurecer las penas contra los conductores que maten o causen lesiones bajo circunstancias agravantes, como estar alcoholizados o huir sin auxiliar a la víctima. Se trata de un cambio en el Código Penal impulsado por la asociación Madres del Dolor.

Si el Senado lo convierte en ley, las sanciones para estos conductores serán de 3 a 6 años de prisión. El proyecto es objetado por otras ONGs de víctimas, que quieren que la pena mínima sea de 4 años, para que no sea excarcelable. El Código actual fija penas de 2 a 5 años e inhabilitación por 5 a 10 años para quienes causen una muerte por “la conducción imprudente, negligente, inexperta o antirreglamentaria” de un vehículo.

El nuevo proyecto mantiene esa pena, pero incorpora agravantes, que son que el conductor se dé a la fuga o no intente socorrer a la víctima; que esté bajo los efectos de estupefacientes o con un nivel de alcoholemia igual o superior a 1 gramo por litro de sangre, o que haya excedido la velocidad máxima permitida en más de 50 km/h. En estos casos, la pena sería de 3 a 6 años de prisión. Para el que cause lesiones con estos agravantes, la pena será de diez meses a tres años e inhabilitación de 2 a 4 años. Ahora es de seis meses a tres años de prisión o $ 3.000 de multa e inhabilitación por 18 meses, resumió por Continental Viviam Perrone, de Madres del Dolor.

“La pena es excarcelable si el juez dicta una condena de tres años, pero si no, no lo es”, defendió Perrone en Magdalena Tempranísimo. Aunque muchos familiares querían draconianas, añadió Perrone, “el proyecto salió así de comisión y nosotros preferíamos que se apruebe, porque si no iba a perder estado parlamentario. Se puede mejorar y vamos a seguir trabajando en Senadores”.

El objetivo es “que las sentencias sean verdaderamente efectivas, y el conductor vaya detenido”, concluyó Perrone.