A pocas horas de fallecer el Premio Nobel de Literatura, José Saramago, el filósofo y escritor argentino Santiago Kovadloff lo describió como “un hombre muy sencillo”, desnudo de arrogancia y con una sensibilidad particular hacia la política y también las causas humanas.

"Creo que hubo dos hechos fundamentales que inscribieron a Portugal en el mundo del presente. El primero fue la Revolución de los Claveles, en el año ’74, que puso fin a la dictadura militar; luego vino su incorporación plena a la Unión Europea. Tercero, está el premio Nobel a Saramago”, aseguró el filósofo, periodista y escritor local.

"A principio de la década del '90 Saramago fue invitado a la Argentina para la Feria del Libro. En ese momento manifestó su sensibilidad hacia la política, siempre tuvo una visión muy crítica sobre las democracias occidentales".

"Hablaba el español en forma muy fluida”, precisó Kovadloff y prosiguió el relato: “su mujer era española y fue quien se ocupó de muchas de las traducciones de sus escritos”.

"Sarmago era un hombre de trato muy sencillo, sabía escuchar, tenía el cansancio clásico de las celebridades que no son jactanciosas", dijo en Bravo.Continental.

"Su obra es desigual, no es de constante valor. Las primeras obras de él son bastante interesantes pero hay otras que son muy esquemáticas, principalmente las últimas", remarcó Kovadloff.

"El gran reconocimiento que debemos tener hacia él es que nos ayudó a comprender la capacidad de Portugal para producir obras significativas, dentro del criterio literario", concluyó.