Holanda puso en marcha en tres provincias la ley que limita el acceso a los "coffee shops", donde exclusivamente podrán ingresar los ciudadanos holandeses, para poner freno al "turismo de las drogas" proveniente de países vecinos, como Alemania, Francia y Bélgica.

La nueva legislación, aprobada el pasado 1 de enero, entró en vigencia para los "coffee shops" de tres provincias del sur de los Países Bajos: Zelandia, Brabante y Limburgo.

Está previsto que la medida se aplique en todo el país a partir del año próximo, consignó la agencia de noticias DPA.

Los "coffee shops" son establecimientos en los cuales, además de la venta de bebidas y comida, se permite la venta de cantidades limitadas de cannabis o marihuana para uso personal.

Con la nueva ley, los holandeses tienen que acreditar su nacionalidad holandesa y registrarse en esos locales. Desde ahora estos bares pueden contar con hasta 2.000 miembros registrados.

"Tenemos demasiados altercados (por turismo de drogas). Los habitantes de Maastricht, tanto en el centro, como en los barrios periféricos, se quejan cada vez más de problemas de criminalidad y molestias relacionadas con las drogas. Con estas medidas se pondrá fin a todo eso", dijo Onno Hoes, alcalde de Maastricht, en el extremo sureste de Holanda.