Nicolás, un adolescente con capacidades diferentes y problemas de salud le respondió una carta al Papa Francisco. “Nico está feliz”, dijo su mamá, Marisa Marasco.

“Él nació prematuro y tiene secuelas de un ACV; no camina ni habla pero en el transcurso del tiempo logramos hacernos entender. Desde que Francisco es Papa rezamos todas las noches el ángel de la guarda”.

Bergoglio leyó el texto de Nicolás en su visita a Asís y la describió de la siguiente manera: Es “una de las más bellas cartas que he recibido, un don de amor de Jesús”.