El rompehielos “Almirante Irízar”, que partió el miércoles pasado con destino a la Base Antártica Conjunta Belgrano II, logró flanquear con éxito un témpano de 1.560 kilómetros cuadrados de superficie que se desprendió de una barrera de hielo.

 De acuerdo a la planificación del Comando Conjunto Antártico (Cocoantar), el Irízar zarpó desde la Base Antártica Conjunta Orcadas, para dirigirse a la Base Belgrano II, para iniciar la travesía hacia el sur del mar de Weddell.

 El témpano AB1 es producto de una ruptura que se produjo el 23 de enero en la barrera de hielo Brunt, que en 2021 también sufrió una primer ruptura del témpano de grandes dimensiones, conocido bajo el nombre de A74.

 En este caso se rompió uno de sus extremos, que generó un témpano de unos 1.560 kilómetros cuadrados de superficie. Además, se produjeron otras rupturas secundarias que formaron témpanos de varias decenas de kilómetros de extensión.

 El Capitán del Navío, Carlos Recio, destacó la importancia tanto operativa como científica del buque: “Utilizamos todos los medios con los que dispone el buque para obtener un conocimiento científico y un rédito para el Servicio de Hidrografía Naval y para la Conae, que nos está brindando un gran apoyo enviándonos todas las imágenes que el satélite Saocom tiene de este témpano gigante y que nos permite hacer el seguimiento para saber dónde y cómo se está moviendo”.

 Por último, el Capitán hizo mención a la importancia del personal y al equipamiento del buque: “Lo más importante es que tenemos los medios tecnológicos adecuados, el personal con una capacidad de análisis in situ, empírico y matemático, que es de primer nivel a nivel internacional, y de gente con experiencia a bordo que puede entender lo que los técnicos dicen para transformarlo en una operación segura”.