( Labrujulaverde.com ). Según cuenta Cicerón, desde los comienzos de la historia romana el Pontifex Maximus recopilaba en una tabla blanca los acontecimientos más importantes que habían ocurrido en Roma durante el año, así como lo nombres de los cónsules y de otros magistrados de la República, y la colocaba en un lugar público donde todo el mundo pudiera leerla.

A estos registros se los denominaba Annales Maximi y se compilaban anualmente hasta que, por razones que Cicerón no explica, dejó de hacerse en el año 131 a.C. A partir de ese año los anales comenzaron a ser recopilados por escritores como Catón, pero de manera privada.

Los ciudadanos de Roma no tenían en su vida cotidiana ninguna fuente de información oficial que les proporcionase un conocimiento de lo que estaba sucediendo en la ciudad, más allá del popular chismorreo y el boca a boca. Por eso Julio César decidió en el año 59 a.C. que era necesario crear una especie de boletín diario que subsanase esta carencia.

En ese año ordenó que los funcionarios públicos publicaran unas actas diarias, en el mismo tipo de tabla blanca (llamada album) que se usaba antiguamente para los anales, y disponiéndolas en tablones de anuncios o lugares públicos, como el Foro de Roma, para que todo el mundo pudiera leerlas.

Se denominaron Acta diurna (literalmente acontecimientos diarios) y por sus propias características muchos historiadores consideran que fueron un claro antecesor de los periódicos modernos. Según Luis Alberto Hernando se trata del primer ejemplo seguro de periodismo en la historia de la humanidad, aunque, como es lógico, no reúna todas las características que se exigen actualmente, pero sí muchas más de las que se pudiera pensar.

No solo incluían los asuntos tratados en el Senado, las leyes y disposiciones oficiales y públicas de los magistrados, sino que se complementaban con cotilleos sociales, sucesos excepcionales, curiosos o interesantes, informaciones sobre delitos y crímenes, construcción de nuevos edificios, y avisos varios de carácter social (nacimientos, matrimonios, divorcios, fallecimientos), militar o municipal (anuncios de juegos públicos, festividades, suministro de grano, etc.).