La Cámara de Diputados debatirá esta tarde, desde las 16 horas, en comisión el proyecto para despenalizar el aborto.

Será en la Comisión de Legislación Penal, e inicia una serie de encuentros que continuarán en 2011.

Este martes habrá una sola disertante, la dinamarquesa Marianne Mollman, de Human Right Watch.

Mollman ha recibido amenazas y agresiones verbales anónimas en su casilla de correo electrónico desde que se supo que sería la primera oradora de estas audiencias.

El proyecto lleva la firma de medio centenar de diputados.

Esto ocurre a más de veinte años de que diferentes grupos de mujeres iniciaran en el país, el 8 de marzo de 1988, la lucha por la legalización de esa práctica, cuya criminalización dejó el último año otras ochenta y siete mujeres muertas.

Desde 1983 hasta 2009, fallecieron como consecuencia de abortos inseguros hechos en la clandestinidad dos mil seiscientas sesenta y cinco mujeres, la mayoría jóvenes y pobres, tal como consta en las estadísticas del Ministerio de Salud.

“La legalización del aborto no obliga a ninguna mujer a practicarlo; todas las mujeres que, en función de sus creencias, no lo aprueben, pueden sostener sus convicciones, de igual manera que aquellas que lo admiten deben poder actuar según su conciencia, tomando en libertad las decisiones que juzguen necesarias”, dice el proyecto.