Unos diez padres de chicos de hasta cuatro años denunciaron este jueves en la Fiscalía de turno de Santa Rosa, La Pampa, los padecimientos que habrían sufrido sus hijos por parte de personas que trabajan en el jardín maternal Piruetas, ubicado en Tomas Mason al 600.

"A mi hija la encerraban en una habitación con la mamadera donde duermen los bebés porque lloraba mucho", dijo a la prensa Mariela Lardone, madre de uno de los nenes.

Y agregó que "ahí la dejaban hasta que se calmaba, y un rato antes de que la retirara le lavaban la cara", señaló.

"Me lo dijo una chica que fue desvinculada del jardín y los propios chicos" relataron lo ocurrido, expresó.

Otros padres aseguraron que notaron "conductas extrañas" en sus hijos, ya que algunos rechazan sentarse en la silla de comer y otros le tienen miedo al agua. Todas estas situaciones, aseguraron, se deberían a presuntas reprimendas que sufrirían los chicos en el jardín.

Además, varios niños concurren desde hace meses al psicólogo porque sufrieron cambios en los hábitos diarios, como trastorno en el sueño, pesadillas, y ataques de pánico, contó otra de las denunciantes. Al establecimiento asisten diariamente 26 bebés y niños de hasta 4 años, que son atendidos por dos maestras por turno.

El jardín contaría con las habilitaciones del Ministerio de Bienestar Social y el municipio, pero no del Ministerio de Educación provincial. Por otra parte, una ex empleada que pidió no revelar su nombre, aseguró que "todas las empleadas" se encontrarían "en negro" y aparentemente "cobran entre 700 y 800 pesos".

Además, dijo, el cobro de las cuotas no sería el mismo para todos los padres, ya que "a algunos se les cobraba 500 pesos y a otros 750", apuntó.

El hecho recuerda al dramático caso del Jardín Tribilín, también denunciado por el maltrato de los chicos que asistían al establecimiento.