El Boletín N° 40 de "Respuesta al VIH y las ITS en la Argentina" publicado recientemente reveló que el 44,5% de los nuevos diagnósticos de VIH en 2022 fueron considerados "tardíos" según criterios actualizados. Este porcentaje representa un aumento significativo en comparación con el 30% registrado en el boletín del año anterior.

El cambio en la metodología de evaluación fue clave para esta modificación, ya que se incorporaron nuevos criterios que consideran no solo a aquellos con enfermedad avanzada, sino también a aquellos con afectación en el sistema inmunológico, incluso si aún no presentan enfermedad. Este enfoque más sensible permitió captar un universo más amplio de personas en situaciones de diagnóstico tardío.

El análisis del boletín indicó que este problema afectó al 43,8% de las personas diagnosticadas durante el período 2021-2022, dividiéndose en un 27,7% de diagnósticos con enfermedad avanzada y un 16,1% con diagnóstico tardío, pero sin enfermedad avanzada. Además, se observó que los varones cis que tienen relaciones sexuales con mujeres cis son los que tienden a llegar más tarde al diagnóstico y presentan mayores proporciones de enfermedad avanzada.

En cuanto a las causas de esta realidad, se destacó que son multicausales y varían según cada jurisdicción, lo que resalta la importancia de diseñar estrategias específicas para cada contexto.

El boletín también reveló que en Argentina se estima que unas 140.000 personas viven con VIH, de las cuales un 13% desconoce su condición. La distribución de los nuevos diagnósticos en 2022 mostró que el 68,4% correspondió a varones cis, el 30,4% a mujeres cis y el 1,2% a personas trans.

En cuanto a la transmisión, se observó que el 99% de las infecciones en varones cis fueron por prácticas sexuales sin protección, mientras que en mujeres cis el porcentaje fue del 98%.

Otro dato relevante que se destacó en el boletín fue la transmisión vertical, donde el 4,2% de los bebés nacidos vivos de madres con VIH se infectaron, un dato que reapareció en el boletín después de no estar presente desde 2018.

Finalmente, en relación a la mortalidad, se estimó una tasa de 2,8 cada 100.000 habitantes, siendo mayor en varones que en mujeres.

Estos datos muestran la importancia de continuar con estrategias de detección temprana y prevención del VIH, así como la necesidad de abordar las causas subyacentes de los diagnósticos tardíos en distintas poblaciones y contextos.