Brooke Shields tiene hoy 57 años, y en un documental sobre los abusos a jóvenes vulnerables en Hollywood, llamado Pretty Baby, contó que a sus 20 años, ella misma fue violada por un agresor al que no menciona.

Según el relato, Shields se graduó en la universidad de Princeton, y buscaba trabajo, entonces concertó una cena con una persona del espectáculo y aceptó subir a su habitación de hotel para llamar un taxi que la regresara a su casa, luego de la comida.

La joven Brooke en La Laguna Azul
La joven Brooke en La Laguna Azul

La actriz relata que: “Subo a la habitación del hotel y él desaparece durante un rato”, ella se pone a jugar con unos prismáticos que estaban por ahí y de pronto “la puerta se abre y sale desnudo. Yo estaba con los prismáticos, cuando los bajo, ya lo tenía encima. Tenía miedo de que me asfixiara o algo así, así que no luché tanto. No lo hice. Me quedé totalmente paralizada”, relata.

Shields continuó su drmática narración: "Pensé que con un ‘No’ habría bastado, y me repetía: ‘Tengo que salir de aquí viva’, y me callé. Dios sabe que sabía cómo disociarme de mi cuerpo. Había practicado eso.... Bajé en el ascensor y tomé mi propio taxi. Lloré todo el camino hasta el apartamento de mi amiga”, contó.

Brooke dice que se sintió culpable del abuso. “Eso fue lo que tuve que hacerle a mi cerebro. Resulta patético. Creía que de alguna manera emitía un mensaje y así era como se recibía el mensaje. Bebí vino en la cena. Subí a la habitación. Era tan confiada. Quería borrarlo todo de mi mente y de mi cuerpo y seguir por el camino que llevaba. El sistema no había venido a ayudarme ni una sola vez. Así que tuve que hacerme más fuerte por mí misma”.