Los docentes bonaerenses decidieron postergar el inicio de las clases con cuatro días de paro. Es en repudio al, a su juicio, escaso aumento salarial ofrecido por el Gobierno provincial y las duras críticas lanzadas por la Casa Rosada, cuyo ministro de Educación, Alberto Sileoni, motejó de “extorsión” y “salvajada” el inusual plan de lucha anunciado.

Según el calendario escolar, las clases debían comenzar el martes próximo en las 17.000 escuelas provinciales. El secundario, por su parte, debía iniciarlas entre el 1 y el 5 de marzo.

Por Continental, Roberto Baradel, secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba), advirtió que, si no se atienden los reclamos, las huelgas “se extenderán en las semanas siguientes”.

En Magdalena Tempranísimo, aseveró que “la Provincia nos convocó hace dos semanas, justo antes del feriado largo, y no nos hicieron propuestas. Y recién la semana pasada nos hicieron una oferta que está lejos de lo que pretendemos”.

Baradel adujo que, si se aceptaran las sumas fijas que propuso la gestión Scioli, “se produciría un achatamiento en la escala salarial”. También enumeró, entre los puntos a resolver, “el tope a las asignaciones familiares”, fijado sólo en “5.200 pesos. Hoy, una maestra, que tiene dos cargos, no cobra el salario familiar”, ejemplificó.