La cita era el próximo sábado 11 de febrero en la quinta presidencial de Olivos, y los invitados eran todos l os gobernadores peronistas. El afitrión: el presidente Alberto Fernández, que fue quien cursó las invitaciones.

Pero, la comilona se encaminaba al fracaso porque muy pocos confirmaban su asistencia y el presidente, antes que comer solo, prefierió suspender para evitar papelones. Los únicos confirmados, entre 14 gobernadonadores, solo tres habían aceptado asistir:  Raúl Jalil de Catamarca, Ricardo Quintela de La Rioja, y Osvaldo Jaldo, de Tucumán.

Con muchos gobernadores, la relación quedó herida cuando el presidente subió a todos a la negativa a obedecer el fallo de la Corte de devolver la coparticipación a la CABA y a los 3 días retrocedió diciendo que pagaría con bonos.

Pero la razón principal es la interna. Al menos 5 gobernadores están muy cerca del kirchnerismo e invitar el convite de Alberto los pondría en problemas serios. Otros, creen que es “un salvavidas de plomo” o, como dijo uno de ellos a Continental “un collar de melones”. 

“Tenemos que ganar nuestros distritos, el país se pierde, juntarse con este hombre no nos tre ningún beneficio para rescatar los territorios provinciales”, explicó un mandatario que no piensa ir de ningún modo a ninguna de estas invitaciones.

De a poco, el presidente va tomando conocimiento de cuan acompañado está en su intento reeleccionista, y eso lo llevará a tomar una decisión próximamente.