La embajada argentina en Venezuela informó hace diez días a la Cancillería la preocupación de empresas afectadas por las gestiones paralelas del Ministerio de Planificación.

Consta en un cable reservado que esa delegación diplomática envió el 25 de junio al canciller Héctor Timerman.

Las mismas compañías también notificaron de lo ocurrido por fax a una de las máximas autoridades de la Cancillería.

El subsecretario de Integración Económica, Eduardo Sigal, informó a Timerman y al secretario de Relaciones Económicas, Alfredo Chiaradía, sobre la actuación del secretario del ministro De Vido, José María Olazagasti, en Caracas.

Sigal reconoció la existencia del cable diplomático confidencial y que lo conocen Chiaradía y Timerman.

También reconoció que no sabía de las gestiones de Olazagasti, quien realizó cuarenta y dos viajes al exterior desde agosto de 2007, cuando Claudio Uberti perdió su cargo tras el escándalo de la valija.

El ministerio de Planificación aseguró que Olazagasti siempre viajó en representación del Ministerio, pero “nunca realizó gestiones paralelas”.

No explicó por qué dos empresas argentinas fueron marginadas de proveer al Gobierno venezolano de insumos y equipamiento eléctrico.

Desde su nick en Twitter, el canciller Timerman aseguró que “la embajada paralela en Venezuela es un invento de Clarín y La Nación. Una provocación que necesita del secreto para seguir dañando”.

A todo esto, Martín Redrado se manifestó dispuesto a concurrir al Congreso si es citado para declarar lo que conoce sobre el comercio con Venezuela, por haber sido secretario de Relaciones Económicas Internacionales.