La historia ya era cruda y brutal. Ayer por la tarde cuando reconocieron que el cadáver que habían hallado dentro de una bolsa al costado de un arroyo en Berazategui era de Priscila, la niña de 7 años que estaba desaparecida, la noticia conmocionó a todos. Pero ahora el comienzo de las investigaciones le sumó revelaciones macabras al crimen.

De acuerdo a lo publicado por la agencia de noticias Télam, la niña que fue encontrada incinerada falleció como consecuencia de una golpiza de su madre, mientras que su padrastro intentó quemarla en una parrilla y, al no lograrlo, la trasladaron en un cochecito de bebé hasta el arroyo donde fue encontrada.

En tanto, se hallaron imágenes de una cámara de la zona en la que se ve a la madre, al padrastro y a dos hermanos de la niña llevar un cochecito de bebé que contendría el cadáver hasta el arroyo.

Por el hecho fueron detenidos anoche la madre, Silvia Beatriz Lafuente y el padrastro de la nena, un bombero de la Policía Federal identificado como Pablo Verón Bisconti quien hoy iba a ser indagado por el fiscal Carlos Riera, de Berazategui, a cargo de la causa. Según trascendió, el padrastro se habría quebrado y confesó en la comisaría los detalles macabros de la muerte de Priscila. Estas declaraciones no tienen validez legal por no haberse realizado ante la Justicia; ahora el fiscal intentará reunir las pruebas que confirmen o no esta declaración y tomarle testimonio a los sospechosos.

El comisario general Osvaldo Castelli, jefe de la Superintendencia de Seguridad, contó que la nena desapareció de su casa el sábado pasado, pero que su madre lo denunció recién el lunes en la comisaría de su barrio.

De inmediato, los efectivos locales comenzaron con la búsqueda de Priscila en las casas vecinas y, al no tener buenos resultados, siguieron en campos y arroyos de la zona. Hasta que ayer por la mañana encontraron un pequeño cadáver incinerado en un arroyo y, tras el trabajo de los peritos, por la tarde el padre reconoció que se trataba de Priscila.

Télam