Concluyó el martes último la etapa de alegatos en el juicio a María Ovando, en Posadas, juicio que convoca la atención de cantidad de organizaciones defensoras de género y de derechos humanos, además de la Defensoría General de la Nación.

El fiscal Federico Rodríguez pidió una condena a prisión de cinco años por el delito de “abandono agravado por el vínculo”.

Ovando es juzgada por la muerte de su hija Carolina, de tres años, en marzo de 2011. Desde entonces permaneció detenida sin que el juez a cargo de la instrucción, Rodolfo Saldaña, ni el fiscal Rodríguez admitieran la excarcelación, apelando al concepto del riesgo de fuga.

Los defensores, Eduardo Paredes y Roxana Rivas, pidieron la nulidad del proceso. “Es un juicio que criminaliza la pobreza”, alertó Rivas por Continental. “El fiscal no pudo probar de qué la acusaba”, ya que admitió no poder “responsabilizarla por la muerte”.

Para los defensores, “el Estado no está en condiciones éticas de condenarla después de haberla abandonado. Además, no se entiende qué es lo que le imputa el fiscal. Abandono de persona no hubo porque María trabajaba, no los abandonaba (a sus hijos), como decía el fiscal antojadizamente. Regresaba a su casa después de cada jornada de labor”, enfatizó Rivas.

Hoy el tribunal dará el veredicto.

María Ovando permanece detenida desde hace casi dos años y, de considerarla culpable, tendrá al menos diez meses más de abandono en la prisión antes de iniciar las salidas transitorias a su abandono en libertad.