La Justicia pidió la detención de dirigentes y barrabravas de River por las amenazas al árbitro Sergio Pezzotta.

El fiscal José María Campagnoli solicitó detener al secretario de River, Daniel Bravo; al vocal Néstor Morelli (encargado del Monumental), y al jefe de Seguridad del club, Gabriel Riccio.

En tanto, Daniel Passarella presentó la auditoría y anunció que el club le iniciará acciones legales a los responsables de la administración anterior por cerca de cuatro millones de dólares, una suma que parece pequeña para la magnitud de los hechos que se achacan a la gestión de José María Aguilar y Mario Israel.