El juez federal Norberto Oyarbide ratificó que la bomba hallada en el teatro Gran Rex era de un poder “importante”.

El magistrado se manifestó ofuscado ante la versión de la Policía Federal, que adujo que era un artefacto de estruendo. “Alguien quiere jugar al juez y ordenó peritajes sin mi consentimiento”, protestó Oyarbide.

"Aparece una versión policial dando cuenta de que (el material encontrado ayer) era una bombita de olor. No sé quién dio la orden para hacer un peritaje, porque quiero que sepa toda la gente que cuando un juez interviene, el único que tiene capacidad para realizar nuevos peritajes soy yo y ninguna otra persona", subrayó el magistrado.

"Estoy muy triste como juez porque hay cosas que están ocurriendo que son muy raras, y aquí hay alguien que está queriendo jugar al juez", enfatizó.

Según las pericias policiales, el explosivo tenía "un efecto mecánico o rompedor de escasa importancia", mientras que para Oyarbide estaba "preparado para matar a las personas cercanas" al lugar en el que se lo encontró.