El juez federal Norberto Oyarbide citó como imputado al ex superintendente de Servicios de Salud Héctor Capaccioli.

Es en el marco de la causa por adulteración de medicamentos destinados a obras sociales sindicales.

El magistrado tiene pruebas que vinculan esta asociación ilícita con la recaudación de la campaña presidencial de Cristina Fernández (cuyo jefe fue el mismo Capaccioli) como modo de lavar “dinero sucio”.

Por Continental, Graciela Ocaña brindó detalles sobre el caso.

“La Cámara Federal hablaba de las denuncias sobre operaciones sospechosas en Multifarma, San Javier y otros involucrados. Se avanzó mucho en la determinación del lugar de los troqueles. El 10 por ciento de ellos no es auténtico. Estamos hablando de mucho dinero que devuelve la Superintendencia. Encontrar el lugar donde se hacían los troqueles también es importante. Allí se encontraron los elementos para hacer las facturas, que se encontraron también en la casa de Solange Forza. La Droguería Plaza era de un funcionario”, enumeró la ex ministra de Salud.

“Hay que ver quién le dio la tranquilidad a Capaccioli. Siempre se manejó con tranquilidad”, sugirió en Magdalena Tempranísimo, y añadió que “también se debe investigar” cuál fue el rol del marido de la legisladora kirchnerista Diana Conti. “Hay bastantes conversaciones”, alertó.

“Si Gabriel Brito ha sido procesado por ser parte o haber servido con sus cheques para lavar dinero, habrá que escuchar a los responsables de eso”, añadió.

Ocaña recordó que “el ex presidente (Néstor) Kirchner me convocó para solucionar los problemas del PAMI. Luego la presidenta (Cristina Fernández) me convocó para hacer lo mismo en el sistema de salud. Cuando empiezo a tocar intereses del Gobierno, paso a ser indeseable. Yo no cambié”, remarcó.

Además, señaló que “hay una droguería vinculada a personas de la Superintendencia. Hay veinte empresas utilizadas para hacer circular los medicamentos”.