Elisa Carrió reiteró sus denuncias de vínculos oscuros entre el Gobierno y la minería a cielo abierto, especialmente encarnada en la polémica empresa Barrick Gold.

Ayer, la líder de la Coalición Cívica acompañó a su copartidaria y Fernanda Reyes y a Fernando Bonasso (ambos diputados) a Tribunales para pedir una profundización de la investigación judicial sobre vínculos entre la mencionada empresa y los gobiernos nacional y sanjuanino.

Por Continental, consignó que estos dos diputados “están trabajando a brazo partido en el proyecto para preservar glaciares y espacios lindantes a los glaciares. La minería usa tanta agua que seca las provincias. Las presiones y los lobbys son extraordinarios. En cada reunión se presentan tres o cuatro personas con la misma tarjeta”, señaló.

“El caso de San Juan y el secretario de Minería es un tanto escandaloso: Mayoral tiene su domicilio en el mismo lugar que está la Barrick Gold”, denunció la caudilla chaqueña.

“Hay un acuerdo que no están dando a conocer, que es lo que habría conversado Cristina cuando fue a Canadá. Esto se inicia con el decreto minero de (el ex presidente Carlos Saúl) Menem, que les dio libertad por cincuenta años”, reseñó en Magdalena Tempranísimo.

En otro orden, adelantó que “la semana que viene vamos a tratar los informes de auditoría sobre el OCCOVI de (el ex funcionario kirchnerista Claudio) Uberti”, sindicado como quien realizaba los presuntos negocios paralelos en Venezuela.