Buscan a una joven que huyó de una red de prostitución pero volvió a desaparecer.

Soledad Pedraza, de dieciocho años, y su hija de cuatro fueron secuestradas para trabajar en prostíbulos porteños.

Por Continental, la presidenta de la ONG Madres de Constitución dijo que la adolescente “denunció ante la Justicia que, además, la nena era usada para pornografía infantil”.

Margarita Meira alertó que la adolescente y la nena “volvieron a ser raptadas por el desamparo (en que las dejó) el Estado”.

En Magdalena Tempranísimo, criticó “la inacción del juez Canicoba Corral, que en ocho meses no hizo nada con la causa”.

“Pedimos ser testigo reservado, pedimos ayuda y no nos dieron nada. El Gobierno de la Ciudad ofreció dos subsidios a cambio de que no hiciera la renuncia. Uno era para que hiciera un curso de reggaeton y otro para que limpie una peluquería”, acotó, estupefacta.

E informó que pidió “el juicio político de Canicoba Corral”.

“Cuando rescatamos a Sole declaró en la comisaría lo que se vive en un prostíbulo. Estuvo secuestrada un año con su nena, y la nena también hacía pornografía infantil. Sabemos que hay mil prostíbulos en la Ciudad de Buenos Aires, nosotros denunciamos seiscientos”, consignó Meira.

En declaraciones a una página web santiagueña, la joven Pedraza desmintió la información.

Dijo que se presentó en una comisaría de Santa Cruz, que está viviendo allí por su propia voluntad y se quedará “trabajando en la provincia”.

“Me tuve que ir de la casa de Margarita porque me hacía trabajar y se metía en mi vida”, denunció, y desmintió tajantemente la versión de la activista.

Sin embargo, en una segunda charla con Continental, Meira desestimó las declaraciones con el argumento de que le pueden haber retenido a la hija de Pedraza como chantaje para que acudiera a emitir estas declaraciones e intentara aventar ulteriores investigaciones de la Justicia.

No obstante, el comisario Riveros, de la división Trata de Personas, confirmó que "la chica está salva".