En un fugaz paso por los tribunales de La Plata, Karina Jelinek, presentó documentación para acreditar su vínculo con su ex, Leonardo Fariña, pero no declaró en la causa por la que está detenido el financista acusado de lavado de dinero.

“Se fijo una nueva audiencia. Voy a volver para ver qué me quiere preguntar. Acá estoy a disposición”, dijo Jelinek a la salida de los Tribunales.

“Traje toda la documentación. No declaré”, remarco y agregó: “No sé cuándo tengo que declarar. Estoy esperando que me diga el juez”.

El magistrado llamó a Jelinek, en calidad de testigo, para saber su versión sobre las operaciones presuntamente irregulares que realizaba el valijero de Lázaro Báez, declaración que podría complicarlo judicialmente.

A mediados del 2010, Fariña pagó unos 4 millones de dólares en efectivo para comprar un campo en Tupungato, Mendoza. De acuerdo a lo que él dijo, la operación en realidad era para Báez.

Pero en 2012 su declaración fue distinta. Ante un escribano público Fariña asegurño que el verdadero dueño del campo era él, por lo que le puso nombre y lo vendió al empresario Roberto Erusalimsky en 1.800.000 de dólares.

Fariña nunca declaró ante la AFIP lo que hizo, por lo que el juez Blanco lo procesó y lo detuvo.