En el juicio por el secuestro y reducción a prostitución de Marita Verón, que se realiza en Tucumán, David Catalán, quien era la pareja de la joven cuando desapareció en 2002 y el progenitor de la hija, denunció lo torturaron para que se autoinculpara por el secuestro.

También negó conocer a los supuestos entregadores, aseguró que con la muchacha tenían “una relación excelente” y relató que, al momento de desaparecer, Verón se dirigía a la Maternidad, donde Miguel Ardiles la recomendó para que se coloquen un DIU sin costos. “Marita fue el 2 de abril y la hicieron volver el 3, y no quiso que nadie la acompañe”, puntualizó.

Al día siguiente, y tras las desaparición, Catalán señaló que una vecina le aseveró que había recibido un llamado donde un hombre confesó que la joven fue secuestrada a las 9 horas del 3 de abril por unos sujetos que la subieron a la fuerza en un vehículo rojo.