Dos nuevas denuncias por torturas presentadas contra policías de la seccional santafesina de Frontera, en el límite con Córdoba, son investigadas por la Justicia, tras el episodio ocurrido la semana pasada, cuando un hombre fue abandonado vendado como una momia y crucificado tras haber estado detenido en esa comisaría.

El fiscal Regional de Rafaela, Carlos Arietti, confirmó que trabaja en dos nuevos casos de brutalidad policial registrados en la misma comisaría, entre ellos el que estuvo como víctima a un hombre que fue privado ilegalmente de la libertad y alojado en un calabozo desnudo. “En uno de los casos denunciados, los efectivos policiales habrían privado legítimamente de la libertad a dos hombres. Uno de ellos fue dejado en un calabozo totalmente desnudo y esposado de espalda contra la reja y con sus manos fuera de la misma”, detalló el fiscal.

“Esta misma persona habría sido obligada a comer su propia materia fecal y luego a beber la orina de dos personas que se hallaban en el lugar detenidas y, tras haber vomitado, fue forzado a esparcirse el vómito por todo su cuerpo”, describió Arietti. El fiscal añadió que en base a esta denuncia se realizaron numerosas tareas investigativas, entre ellas reconocimientos en rueda de personas que tuvieron resultados positivos.

Arietti se refirió a otro episodio denunciado, sucedido en abril pasado en el barrio Acapulco, de la localidad de Josefina, a pocos kilómetros de Frontera. Según Arietti, de acuerdo a la denuncia, una persona fue herida a balazos en uno de sus dedos de la mano izquierda y en el fémur de su pierna derecha, al ser atacada por policías. “En ese caso, tanto la víctima como los testigos identificaron al personal policial aludido como los autores del ilícito”, agregó.

Estos hechos se suman al episodio que comenzó a investigarse la semana pasada, cuando un habitante de Frontera, Víctor Robledo, fue hallado vendado como una momia y crucificado en la ciudad cordobesa de San Francisco, que linda con la santafesina. El hombre, al ser rescatado, acusó por el hecho a policías de Frontera que, aseguró, luego de salir a la luz el hecho lo coaccionaron mediante un ofrecimiento de dinero para que modifique su declaración y no identifique a los efectivos involucrados.

Los policías investigados por el ataque a Robledo fueron pasados a disponibilidad por el Ministerio de Seguridad provincial, mientras se instruye una causa por restricción de la libertad, alteraciones en el libro de guardia, no haberle permitido el acceso a alimentos y al sanitario, aplicación de golpes y crucifixión con cinta de embalar, entre otros delitos.

Al respecto, el fiscal general de Santa Fe Julio De Olazábal, expresó que “se está en presencia de tres hechos muy graves pero aislados uno de otros, con un grupo de personas que lamentablemente pertenecen a la fuerza policial y que van a ser castigadas”.
El funcionario añadió al ser consultado por la prensa que “se tiene al absoluta decisión de perseguir todo tipo de delitos y que no se trata de un enfrentamiento con la policía sino que, al contrario, se cuenta con su colaboración”.

Finalmente, los representantes del Ministerio Público Fiscal dijeron que en los tres casos denunciados se trabaja con el aporte de distintas fuerzas de seguridad, con personal de la Unidad Regional V, de Criminalística, de Investigaciones, del Programa de Protección a Testigos y de Asuntos Internos llegados de la ciudad de Santa Fe.