El jefe de la Auditoría General de la Nación (AGN), Leandro Despouy, celebró los procesamientos dispuestos en la causa por la tragedia ferroviaria de Once, aunque advirtió que, además de los involucrados, el tema "abarca a muchos funcionarios" porque el "Ministerio de Planificación tenía la responsabilidad primaria en la prestación del servicio".

"El ministro (Julio De Vido) tenía pruebas sobre el desempeño de (Ricardo) Jaime con anterioridad al accidente y tenía en sus manos la posibilidad de cambiar" sus funciones, sostuvo, en referencia al ex secretario de Transporte, quien junto a su ex similar Juan Pablo Schiavi y los dueños de TBA Claudio y Mario Cirigliano fueron procesados por el siniestro que causó 51 muertos y unos 700 heridos.

Despouy, quien se manifestó convencido de que los informes del organismo a su cargo fueron "muy importantes" para la decisión que adoptó el juez federal Claudio Bonadio, afirmó que en la tragedia ferroviaria ocurrida el 22 de febrero "la responsabilidad abarca a muchos funcionarios, no se detiene en los dos principales".

"El juez podrá determinar responsabilidades de las piezas que él tenga en análisis, pero la responsabilidad funcional la tiene el Ministerio, luego específicamente desciende al secretario y al subsecretario de Transporte, pero el Ministerio de Planificación y de Infraestructura tenía la responsabilidad primaria, primordial en la prestación de este servicio", subrayó.

El titular de la AGN insistió en apuntar a De Vido: "El ministro tenía pruebas sobre el desempeño de Jaime con anterioridad al accidente; nosotros teníamos señalamientos muy precisos sobre el deplorable desempeño de Jaime varios años antes al 2008, inclusive".

Despouy advirtió que "Jaime no solo está comprometido por la falta de diligencia en el cumplimiento de su función de control del transporte, sino también por las dádivas que al mismo tiempo recibía de las empresas a las cuales, con tanta liberalidad, el Ministerio y él mismo le otorgaban en subsidios".