Cuádruple femicidio: las evidencias que complican a Martínez
La Policía Científica levantó de la escena del cuádruple crimen huellas dactilares, pisadas ensangrentadas de zapatillas, un palo de amasar de algarrobo y una cuchilla. Las dos últimas serían las armas homicidas.
Sobre lo sucedido el domingo, el fiscal Garganta mencionó a testigos que observaron el auto del imputado, un Fiat Uno blanco, estacionado en horas de la madrugada en el domicilio de las víctimas y a un vecino que lo vio entre las 2 y 3 de la mañana ingresar violentamente con el vehículo a su casa de Melchor Romero.
Según el fiscal, ese vecino declaró que Martínez "abrió violentamente el portón de chapa, ingresó a la casa, cerró y apagó todo" y remarcó que "nunca (Martínez) abre el portón de ese modo violento, por lo que pensó que había chocado".
Garganta sostuvo además que el imputado presenta "dos escoriaciones en el antebrazo izquierdo compatibles con signos de pelea" y que su condición de karateca "le permitió ejercer una situación de dominación sobre las víctimas".
También es relevante la declaración de un remisero que llevó hasta la casa de Bárbara a su amiga Marisol y escuchó que un hombre de similares características a las de Martínez le dijo que su amiga "se estaba bañando y que se fuera".
Sin embargo, luego el imputado abrió la puerta e hizo pasar a la joven al interior de la vivienda.
Después de esto, según los informes de los peritos y la disposición de los cuerpos, Martínez habría matado a Marisol en el comedor, cuando De Bartole intenta reaccionar, la ataca en la cocina, luego va a la habitación y asesina a la nena y finalmente da muerte a Bárbara mientras estaba en la ducha.
De la reconstrucción, surge que la joven fue apuñalada en la ducha, pero tuvo unos minutos de sobrevida y por eso fue rematada a golpes con un palo de amasar en el comedor, donde su cuerpo fue hallado, junto al de su amiga.
"El hombre, lejos de ser un psicótico, seleccionó la escena delictiva, esperó el momento en que estuvieran las personas separadas y les dio muerte primero a los que podrían llegar a ser testigos", evaluó el juez Atencio.
Por su parte, el fiscal aseguró que, antes de ser asesinada, la niña intentó comunicarse con su padre, presuntamente para pedir auxilio, pero la llamada no alcanzó a realizarse y la pequeña fue hallada muerta con el celular en la mano.
La Policía Científica levantó de la escena del cuádruple crimen huellas dactilares, pisadas ensangrentadas de zapatillas, un palo de amasar de algarrobo y una cuchilla. Las dos últimas serían las armas homicidas.
Respecto de las pisadas, salían desde el interior de la casa hasta el exterior y en caso de que el calzado sea hallado, ya que aún no se encontró, se podrá comparar el dibujo de la suela.
Por Continental, el doctor Manuel Suárez Richards, ex profesor y actual consultor de la cátedra de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Plata, explicó que “el celoso patológico está convencido de que lo que hace está bien”. “En la mayoría de los casos, la persona que sufre este tipo de delirios admite que volvería a cometer el hecho que realizó”, puntualizó en Magdalena Tempranísimo.