A casi dos años del crimen de Candela Rodríguez, la justicia ordenó este miércoles liberar a los únicos dos detenidos por el homicidio, al entender por segunda vez que no había pruebas suficientes para que estuvieran en la cárcel.

Los beneficiados fueron Hugo Bermúdez, sospechoso de ser el autor material del crimen, y Leonardo Jara, el imputado de haber hecho una llamada extorsiva a la familia de la niña cuando estaba desaparecida y que –sin embargo- seguirá preso por otra causa.

La decisión fue tomada por la Cámara de Apelaciones y Garantías de Morón que, por segunda vez, dio por tierra con la hipótesis fiscal sobre el secuestro y homicidio de Candela, de 11 años.

Y justo se conoció cuando, desde La Plata, el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados bonaerense resolvió comenzar el proceso de jury contra el juez de Garantías de Morón Alfredo Meade y los fiscales Federico Nieva Woodgate y Marcelo Tavalaro, por presuntas irregularidades en la causa.

Candela fue secuestrada el lunes 22 de agosto de 2011 cerca de su casa en Villa Tesei, y hallada el 31 de agosto, muerta por asfixia dentro de una bolsa en una vereda de la calle Cellini, en Hurlingham, a 30 cuadras de su domicilio.

La causa estuvo en manos del fiscal Tavolaro, quien con el aval del juez Meade detuvo a un grupo de sospechosos de haber, supuestamente, cometido una “venganza no tradicional” contra el padre de la menor, preso por piratería del asfalto”.

Allí fueron presos Bermúdez y Jara, además de Héctor ‘Topo’ Moreyra, Guillermo López, Fabián Gómez, Alberto Espínola, Néstor Altamirano y Gladys Cabrera.

Pero en abril de 2012 la Sala III de la Cámara de Apelaciones y Garantías de Morón decretó la nulidad parcial del proceso, desprocesó a todos los involucrados y ordenó liberarlos.

“Estoy muy decepcionada y muy triste, pasaron dos años…se perdieron muchas pruebas. Yo pensé que se iba a hacer justicia pero veo que estamos muy lejos de eso”, lamentó la mamá de Candela, Carola Labrador.

“Estoy convencida de que acá está metida gente mucho más importante de lo que yo pensaba”, remarcó la mujer.

“Me mintieron todos, nunca la buscaron. Mi hija estuvo viva siete días y nunca la buscaron”, enfatizó Labrador.